En esta actualización estratégica examinamos las posibles acciones militares rusas tras los recientes avances en las direcciones de Kurajové y Velyka Novosilka. También evaluaremos el ritmo de progreso ruso desde finales de 2024, destacando que, contrariamente a las narrativas de desinformación rusa, sigue siendo significativamente más lento que durante los meses iniciales de la guerra.

Los recientes avances rusos cerca de Vuhledar y Velyka Novosilka indican que la guerra en Ucrania sigue activa, con un frente fluido en la región de Donetsk. A diferencia de las maniobras operativas a gran escala, estos logros provienen de un proceso metódico de identificación y explotación de vulnerabilidades tácticas en las defensas ucranianas. Las fuerzas rusas ahora avanzan más rápido que en cualquier momento de 2023.
El Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, por sus siglas en inglés) describió recientemente tres posibles cursos de acción que el mando ruso podría seguir tras sus avances en las direcciones de Kurajové y Velyka Novosilka.
El primer curso de acción implica que las fuerzas rusas avancen hacia el sureste, este y noreste de Velyka Novosilka para rodear el asentamiento por los flancos, evitando sus defensas inmediatas del sur. Esto sugiere un esfuerzo por pasar por alto Velyka Novosilka y su cadena de asentamientos del sur, probablemente debido a defensas ucranianas más fuertes en esas áreas. Al presionar los flancos suroeste y este, el mando ruso busca obligar a una retirada ucraniana sin realizar costosos asaltos frontales. Este enfoque destaca el interés de Rusia en explorar debilidades en las defensas ucranianas para permitir avances incrementales.

Las fuerzas rusas ahora están amenazando importantes líneas de suministro ucranianas que apoyan las defensas en Velyka Novosilka. Los informes indican que se encuentran a tres kilómetros de la carretera T0518, una ruta vital que conecta Velyka Novosilka con la carretera H15 y respalda a las fuerzas ucranianas cerca de Kurajové. Además, se estima que están a solo cuatro kilómetros de la carretera O0510, que conecta Velyka Novosilka con Hulyaipole.
La presión continua de Rusia sobre estas líneas de suministro probablemente socava la sostenibilidad de las defensas ucranianas en Velyka Novosilka. La geografía del área no deja conexiones viables por carretera desde Velyka Novosilka hacia el noroeste, complicando aún más la logística.

El segundo curso de acción del Instituto para el Estudio de la Guerra prevé que las fuerzas rusas avancen hacia Andriivka a través de la carretera H15, al oeste de Kurajové, y desde el sur. Esta maniobra tiene como objetivo cerrar los bolsillos ucranianos cerca de Kurajové y alinear la línea del frente.
Los analistas militares sugieren que las fuerzas rusas avanzan hacia Andriivka desde Rozdolne mientras intentan simultáneamente rodear a las tropas ucranianas al norte del embalse Kurajivske. Capturar Andriivka podría permitir a Rusia envolver ambos bolsillos ucranianos al mismo tiempo.
Los avances rusos adicionales hacia el sur y suroeste desde Sontsivka podrían apoyar los esfuerzos para rodear un bolsillo mayor de fuerzas ucranianas cerca de Andriivka. Asegurar Andriivka también ayudaría a alinear el flanco desde Rozdolne hasta la carretera H15, facilitando los intentos rusos de nivelar la línea del frente entre Selydove y Rozdolne, posiblemente preparando el terreno para un asalto a Pokrovsk en 2025.

El tercer curso de acción del Instituto para el Estudio de la Guerra implica que las fuerzas rusas avancen hacia el oeste y suroeste desde Selydove hacia Andriivka para colapsar el bolsillo ucraniano al norte de Kurajové y cortar las rutas de escape ucranianas.
Desde la captura de Selydove a finales de octubre, las fuerzas rusas han seguido avanzando hacia el oeste y suroeste. Sus movimientos hacia Novodmytrivka y Sontsivka buscan rodear a los defensores ucranianos al norte del embalse Kurajivske.
El Instituto para el Estudio de la Guerra señaló que sigue sin estar claro cuál, si alguno, de los cursos de acción descritos seguirá el mando ruso, ya que estos no formaban parte de sus objetivos originales para la campaña de otoño de 2024 en Donetsk. Sin embargo, los recientes avances confirmados se alinean con dos de las estrategias propuestas: avanzar hacia el oeste a lo largo de la H15 hacia la línea Andriivka-Kostyantynopil desde Kurajové, y evitar Velyka Novosilka para amenazar las líneas de suministro ucranianas en el este de Zaporiyia.

Desde el otoño de 2024, el ritmo de avance del ejército ruso ha aumentado en comparación con 2023 y principios de 2024, pero sigue siendo mucho más lento que los rápidos avances vistos al inicio de la guerra. Desafortunadamente, algunos informes recientes de medios occidentales han replicado narrativas de desinformación rusa, equiparando de manera engañosa el progreso actual con los avances a gran escala al inicio de la invasión.
El Instituto para el Estudio de la Guerra estima que desde el 1 de noviembre de 2024, las fuerzas rusas han ganado 574 kilómetros cuadrados, con un promedio de 22 kilómetros cuadrados por día. Esto representa una fracción—menos del 2%—de los 1,265 kilómetros cuadrados por día ganados en marzo de 2022. Con más de 8,000 kilómetros cuadrados necesarios para cumplir el objetivo del Kremlin de capturar por completo la región de Donetsk, las fuerzas rusas necesitarían al menos un año a su ritmo actual para alcanzar solo este objetivo. Cabe destacar que estos avances se han concentrado en áreas rurales, evitando las fortalezas ucranianas. Ciudades principales como Sloviansk y Kramatorsk siguen fuertemente fortificadas, presentando desafíos mucho mayores para los avances rusos.

En general, la evidencia indica que las fuerzas rusas no han recuperado la capacidad de realizar maniobras a gran escala o penetraciones profundas en las defensas ucranianas. En cambio, su ritmo aumentado en el sureste de Ucrania refleja un proceso gradual de identificación y explotación de vulnerabilidades tácticas. El redespliegue de tropas ucranianas durante el verano para estabilizar el frente de Pokrovsk creó oportunidades que Rusia ha buscado aprovechar. Sin embargo, el mando ucraniano ahora está desplegando reservas para estabilizar los frentes de Kurajové y Velyka Novosilka. Los datos cuantificados resaltan aún más que la tasa actual de avance ruso sigue siendo significativamente más lenta que los rápidos avances observados en las primeras semanas de la guerra.
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