El costo de 36 asaltos por kilómetro: las matemáticas de guerra de Rusia fallan

Hoy discutiremos la escalada masiva en el número de asaltos rusos en el campo de batalla en los últimos meses, un empuje total que está poniendo a prueba los límites tanto de la estrategia como de la resistencia de Rusia y Ucrania. El ritmo reconfigurado de la guerra puede cambiar potencialmente la trayectoria de las negociaciones antes de que cualquier alto el fuego genuino entre en vigor.

En marzo, las tropas rusas aumentaron las operaciones ofensivas en varias direcciones, incluyendo Sumy, Pokrovsk, Kurakhove, Velyka Novosilka, Zaporizhia y Liman.

A pesar de este importante aumento en los asaltos durante el mes, los avances territoriales reales logrados por las fuerzas rusas han caído a un mínimo de diez meses. Los ataques intensificados parecen ser parte de una estrategia más amplia para tomar la mayor cantidad de territorio posible antes de que un posible alto el fuego congelen el frente o los ucranianos lo usen para fortalecer aún más sus defensas. Esto fue más visible en la última semana de marzo, cuando las fuerzas ucranianas registraron más de 200 asaltos enemigos por día, un claro indicador de la magnitud de los intentos rusos por avanzar en múltiples frentes.

Mientras que el número de ataques ha alcanzado niveles récord, los resultados en el terreno cuentan una historia diferente. En marzo, las fuerzas rusas lograron capturar 133 kilómetros cuadrados de territorio ucraniano, aproximadamente lo mismo que ganaron en abril y junio de 2024. Esto está muy lejos de noviembre de 2024, cuando las ganancias mensuales fueron casi seis veces mayores.

Los sectores de Pokrovsk y Liman vieron los combates más intensos, con las fuerzas rusas especialmente activas en áreas fronterizas cercanas a la región de Kursk, intentando cruzar la frontera internacional e ingresar al oblast de Sumy de Ucrania. Sin embargo, a pesar de la renovada agresión, las defensas ucranianas han mantenido su posición en su mayoría e incluso han logrado infligir grandes pérdidas al enemigo. El ejército ucraniano, a pesar de enfrentar fatiga y desafíos operacionales después de tres años de combate ininterrumpido en un frente de mil kilómetros, ha demostrado ser capaz de minimizar los avances rusos y absorber el impacto de estos nuevos asaltos.

El alto número de ataques está teniendo un costo significativo para Rusia. En marzo de 2025, las fuerzas rusas experimentaron grandes pérdidas, con las bajas de personal para el mes sumando aproximadamente 41,160, un promedio de alrededor de 1,300 por día. Esta cifra representa el quinto total mensual más alto desde que comenzó la guerra, lo que refleja el alto costo de los asaltos intensificados. Además de las pérdidas de personal, los rusos sufrieron pérdidas sustanciales en sus reservas de equipo, con 3,545 vehículos y 1,644 piezas de artillería destruidas, estableciendo un nuevo récord mensual en pérdidas de equipo.

Cada kilómetro cuadrado de territorio ganado por las fuerzas rusas ahora requiere un asombroso promedio de 36 acciones de asalto, frente a solo 7 en noviembre, lo que le cuesta al ejército ruso alrededor de 310 soldados muertos por cada kilómetro cuadrado ganado. Esta creciente ineficiencia refleja el estado cada vez más agotado de las capacidades de combate rusas, lo que obliga a los comandantes rusos a depender de asaltos masivos de infantería con tropas mal entrenadas. Informes de soldados rusos capturados revelan que algunos reciben tan solo tres o cuatro días de formación básica antes de ser enviados al frente.

Los problemas logísticos y las líneas de suministro sobrecargadas están agravando estos problemas, limitando aún más la capacidad de Rusia para mantener operaciones de alta intensidad a largo plazo.

Al mismo tiempo, la ventaja de Ucrania en la guerra de drones continúa desempeñando un papel decisivo, ya que los operadores de drones, muchos de los cuales ahora tienen años de experiencia en el campo de batalla, están utilizando los drones con efectos devastadores. En la dirección de Pokrovsk, por ejemplo, un operador ucraniano informó que su unidad de tres personas destruía consistentemente más de 50 soldados rusos en un solo día. Es un factor importante que contribuye a las crecientes pérdidas de Rusia y a la falta de progreso a pesar de los abrumadores números de asaltos. Con cada mes que pasa, los ataques rusos parecen lograr menos y costar más.

En general, con el aumento del ritmo en las últimas semanas, el ejército ruso está agotando sus reservas a un ritmo insostenible por unos mínimos avances territoriales. Las líneas de defensa ucranianas se mantienen con una creciente sofisticación táctica, lo que está infligiendo grandes bajas a los atacantes rusos. La pregunta ya no es si los rusos pueden romper las defensas, sino cuánto tiempo pueden mantener este costoso ritmo sin colapsar.

Si las fuerzas rusas siguen perdiendo recursos a este ritmo, corren el riesgo no solo de poner en peligro futuras ofensivas, sino también de exponer los recientes avances a posibles contraataques ucranianos, anulando el poco progreso que han logrado.