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Hoy, hay muchas actualizaciones desde la dirección de Toretsk.
Aquí, tras el fallido asalto ruso anterior, los ucranianos se prepararon para un contraataque rápido y decisivo que explotara el desorden entre las fuerzas rusas en retirada. Con los sobrevivientes rusos dispersos y sin apoyo, se creó el escenario perfecto para que la brigada ucraniana Azov desmantelara sus posiciones y evitara cualquier posibilidad de ofensivas renovadas.
El principal objetivo ucraniano era realizar un contraataque de seguimiento para eliminar las fuerzas rusas restantes dispersas por los asentamientos, remanentes tras su último asalto fallido. A pesar de encontrarse en un estado desorganizado, estos sobrevivientes rusos representaban una amenaza continua para los ucranianos, ya que en cualquier momento podían reorganizarse para un nuevo ataque en el flanco sur de Toretsk. Para evitar que las fuerzas rusas lanzaran dicha operación, los comandantes ucranianos decidieron iniciar asaltos directos para expulsar al enemigo mientras aún estaban desprevenidos.
Para lograr su objetivo, los ucranianos llevaron a cabo una serie de operaciones de limpieza con infantería, ya que, aunque las incursiones con tanques pueden causar daños significativos, pueden dejar algunos sobrevivientes escondidos en los sótanos, quienes podrían comunicarse entre ellos y reagruparse. Los ucranianos lograron su cometido desplegando soldados en combates a corta distancia para descubrir y eliminar las posiciones rusas en estrechas áreas residenciales y sótanos.
La zona residencial donde los rusos se posicionaron abarcaba unas trescientas casas, permitiendo a las fuerzas rusas dispersar ampliamente a sus tropas de asalto. El encubrimiento proporcionado por las casas y sus sótanos dificultó la labor de los drones de reconocimiento ucranianos, lo que complicó la detección y el rastreo de las tropas una vez dispersas. El principal peligro radicaba en que los rusos utilizaran estos sótanos como posiciones ocultas para emboscar a la infantería ucraniana desde ubicaciones inesperadas durante las operaciones de limpieza.
Sin embargo, las fuerzas rusas estaban mayormente desorganizadas debido a las grandes pérdidas sufridas durante su último ataque en el flanco sur. Con los ucranianos desplegando equipos de francotiradores expertos para negar el movimiento libre a los rusos entre las casas, los soldados rusos sabían que aventurarse al descubierto casi con certeza significaba la muerte. La supresión y desorganización de las fuerzas rusas permitieron a los ucranianos establecer un control efectivo de fuego sobre el área, con francotiradores y operadores de drones ucranianos eliminando sistemáticamente a cualquier soldado ruso que se expusiera en campo abierto, abatiéndolos uno por uno.
Esto permitió a la 12ª brigada de propósito especial Azov de Ucrania lanzar contraataques bien coordinados hacia Nelipivka, desplegando escuadras de infantería para atacar a unidades rusas aisladas atrincheradas en casas y sótanos. Imágenes de combate destacan el enfoque metódico de los soldados de esta brigada élite, avanzando con cautela para neutralizar posiciones rusas. Supresaron y desorientaron eficazmente a los defensores rusos lanzando granadas de mano en los sótanos y edificios donde se ocultaban, creando oportunidades para irrumpir en sus bastiones. Aprovechando el caos resultante, las tropas ucranianas incursionaron rápidamente en los sótanos, eliminando con éxito la resistencia y capturando a los combatientes rusos restantes.
Además, las fuerzas rusas en este sector carecían de vehículos de transporte adecuados, lo que agravó aún más la difícil situación de sus unidades aisladas, ya que no podían recibir municiones y suministros esenciales. El control de fuego ucraniano, reforzado por ataques de precisión con drones, no solo interrumpió los esfuerzos de reabastecimiento, sino que también impidió cualquier intento de reforzar la aldea con recursos adicionales. Esto exacerbó los ya graves problemas logísticos que enfrentaban los rusos, dejando a sus unidades cada vez más vulnerables y mal equipadas.
Imágenes de combate publicadas por combatientes rusos en la zona muestran que el estado de la logística rusa es extremadamente precario, hasta el punto de que los soldados rusos se ven obligados a improvisar, utilizando bañeras acopladas a motocicletas para transportar suministros. Además, otro video geolocalizado muestra cómo los rusos utilizaban carritos de golf e incluso scooters eléctricos para trasladar a sus soldados y suministros hacia la aldea, los cuales, por supuesto, fueron destruidos instantáneamente por drones kamikaze ucranianos.
En general, el fracaso de los ataques rusos previos y la falta de vehículos logísticos y refuerzos crearon condiciones perfectas para un exitoso contraataque ucraniano que despejó la presencia rusa de los asentamientos. El uso de vehículos civiles improvisados por parte de los rusos es un claro signo de los crecientes problemas, ya que los vehículos blindados son cada vez más escasos entre las fuerzas rusas debido a las elevadas pérdidas en asaltos suicidas del pasado. Este desarrollo gradualmente les hace incapaces de realizar grandes maniobras ofensivas y expone más debilidades que los ucranianos pueden explotar.
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