Hoy se han producido numerosas actualizaciones desde la dirección de Velyka Novosilka.
Aquí, las fuerzas rusas lanzaron una serie de masivos asaltos con el objetivo de cercar Velyka Novosilka, presionando fuertemente para romper las defensas ucranianas y tomar el control. Sin embargo, la sobrecarga logística y las vulnerables líneas de suministro prepararon el escenario para la completa aniquilación de las fuerzas rusas, dejándolas expuestas a precisos contraataques ucranianos.
Con anterioridad, las fuerzas rusas avanzaron hacia Rozdolne, al norte de Velyka Novosilka, asegurando posiciones en las afueras sureste de la localidad tras intensos asaltos mecanizados. Estas operaciones dieron resultados satisfactorios para el mando ruso, lo que impulsó planes para nuevas ofensivas. La captura de los campos alrededor de Rozdolne incrementó la confianza rusa, alentando maniobras de flanqueo al norte de Velyka Novosilka. Su objetivo era establecer control físico o, al menos, de fuego sobre dos carreteras clave que conducen a la ciudad, con el fin de estrechar su dominio sobre la zona.
El redespliegue de fuerzas ucranianas de Velyka Novosilka a Kurakhove motivó aún más a los rusos a intensificar sus operaciones en el área. La escasez de reservas ucranianas obligó a su mando a trasladar unidades activas desde sectores menos activos para defender Kurakhove, que sufría una creciente presión rusa desde Kostiantynopil. A pesar de esta redistribución, las fuerzas ucranianas restantes en Velyka Novosilka mantuvieron ventajas tácticas clave sobre las tropas rusas avanzantes, contrarrestando efectivamente los esfuerzos ofensivos.
Para desplegar sus fuerzas en la línea del frente, las tropas rusas deben recorrer largas distancias, a menudo moviéndose entre 10 y 20 kilómetros por carreteras a través de campos abiertos hasta llegar a los puntos de reunión en Shakhtarske y Zolota Nyva. La ausencia de asentamientos urbanos significativos en la zona impide a los rusos contar con suficiente cobertura para sus soldados y equipo, lo que expone sus columnas a los operadores de drones FPV ucranianos y a la artillería, quienes pueden atacar eficazmente esos movimientos vulnerables en el terreno abierto.
Imágenes de combate de la zona muestran un ataque ucraniano a una columna rusa de seis vehículos que se preparaban para un asalto a 15 kilómetros del frente, cerca de Novomaiorske. Las tácticas ucranianas contra tales columnas blindadas consisten en atacar el vehículo líder para inmovilizar la columna. Una vez detenida, la artillería ucraniana ataca los vehículos atrapados, obligando a las tripulaciones a abandonarlos. Estas zonas de fuego de artillería están predeterminadas, con los operadores de drones ucranianos apuntando al vehículo líder precisamente en estos lugares, permitiendo un bombardeo rápido y efectivo. Cualquier vehículo que intente avanzar más es neutralizado posteriormente con ataques de drones a componentes clave, como el motor, asegurando que el asalto sea frustrado.
La exposición en campos abiertos plantea desafíos significativos no solo para las unidades de asalto rusas, sino también para sus fuerzas de retaguardia. Los ataques ucranianos han tenido éxito al apuntar a sistemas de artillería y cohetes rusos, incluidos los lanzadores BM-21 Grad, incluso en posiciones profundas de retaguardia. Estos ataques precisos suprimen el apoyo de fuego ruso, impidiendo que ablanden eficazmente las defensas ucranianas antes de los asaltos. Como resultado, los asaltantes rusos se ven obligados a enfrentar posiciones ucranianas fortificadas sin el adecuado apoyo preparatorio, lo que disminuye aún más sus posibilidades de éxito.
Por ello, el mando ruso lanza ola tras ola de grupos mecanizados de asalto rusos con la esperanza de que un número de supervivientes de olas anteriores se acumulen en posiciones asignadas, mientras las fuerzas ucranianas están centradas en Kurakhove. Este enfoque permitió a los asaltantes rusos atravesar la parte este de Rozdolne e iniciar choques locales.
En general, los desarrollos en Rozdolne y Velyka Novosilka destacan un patrón creciente de sobreextensión rusa y previsibilidad táctica, contrastado con la capacidad de Ucrania para explotar las vulnerabilidades del terreno y logísticas. Aunque los rusos han logrado ganancias limitadas, su dependencia de columnas mecanizadas expuestas y asaltos frontales repetidos revela una estrategia agotada por ineficiencias logísticas y falta de adaptabilidad. Las fuerzas ucranianas, incluso mientras se redistribuyen para abordar amenazas en otros lugares, siguen infligiendo pérdidas significativas, demostrando su capacidad para socavar los avances rusos con ataques de precisión y superior coordinación.
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