Nueva ofensiva rusa fracasa estrepitosamente. TROPAS DISPERSAS Y DESTRUIDAS.
En la dirección de Limán, las fuerzas rusas lanzaron una nueva ola de ataques sobre Terny, con el objetivo de asegurar el asentamiento y consolidar el control de la orilla este del río Zherebets. Aprovechando las elevaciones y la cobertura forestal, los rusos buscaron ventajas tácticas para presionar las defensas ucranianas y avanzar hacia Limán. Sin embargo, su operación se vio socavada por una logística sobreextendida y posiciones expuestas, lo que resultó en un devastador contraataque de las fuerzas ucranianas.
A pesar de su preparación, incluidos ataques exploratorios y apoyo blindado, las unidades rusas enfrentaron importantes desafíos logísticos, con líneas de suministro que se extendían más de 16 kilómetros desde Kreminna. Drones de reconocimiento ucranianos detectaron estas vulnerabilidades de manera temprana, lo que permitió ataques de artillería precisos y ataques con drones que neutralizaron las unidades avanzadas. En un enfrentamiento, las fuerzas ucranianas inmovilizaron vehículos BMP rusos y eliminaron sistemáticamente a las tropas varadas, utilizando inteligencia en tiempo real y armamento avanzado.
La renovada ofensiva rusa terminó en fracaso, dejando a Terny firmemente bajo control ucraniano. Este importante puente estratégico sobre el río Zherebets sigue reforzando la defensa ucraniana en el sector de Limán, destacando la resistencia y la coordinación estratégica de sus fuerzas.
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