Cómo los aranceles de Trump abrieron un agujero de 20 mil millones de dólares en las exportaciones de petróleo rusas.
Rusia está entrando en un período de creciente inestabilidad financiera, mientras el colapso de los precios mundiales del petróleo amenaza con desmantelar el motor económico que sustenta tanto a su gobierno como a su maquinaria bélica. Impulsado por tensiones comerciales en aumento y una producción creciente por parte de exportadores rivales, el mercado energético global se está inclinando en contra del Kremlin. Con los ingresos por petróleo y gas representando una parte crítica del presupuesto federal, incluso caídas modestas de precios tienen efectos desproporcionados — y mucho más aún la fuerte caída que ya está en marcha. A medida que aumentan los gastos de guerra y disminuyen los ingresos energéticos, el Estado ruso enfrenta una crisis presupuestaria creciente que podría no solo sabotear las ambiciones militares de Vladímir Putin, sino también desestabilizar los cimientos mismos de su régimen.
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