¡Putin QUIERE NEGOCIAR! ¡Los ucranianos MANTIENEN KURSK!

Hoy hay actualizaciones importantes desde la dirección de Kursk.

Aquí, los rusos se lanzaron hacia adelante en un intento desesperado por romper la defensa ucraniana en el saliente de Kursk. Sin embargo, los ucranianos lanzaron un devastador ataque aéreo sobre la principal base de operaciones avanzadas rusa, cortando la cabeza de la serpiente y dispersando los esfuerzos rusos, bombardeando a la infantería restante hasta que no quedó ninguno para continuar los asaltos.

Durante meses, las fuerzas rusas han estado tratando de recuperar todos los territorios perdidos en la región de Kursk, con el objetivo no solo de borrar las recientes ganancias de Ucrania, sino de empujarlos completamente de vuelta al otro lado de la frontera. Su objetivo es claro: no pueden permitirse seguir teniendo una parte considerable del territorio ruso controlada por Ucrania.

Los territorios controlados por Ucrania en Kursk no son solo un campo de batalla, sino una moneda de cambio en futuras negociaciones de paz. Mientras las fuerzas ucranianas permanezcan en Rusia, incluso a pequeña escala, Ucrania mantiene una ventaja psicológica y diplomática. Cuanto más se prolongue esta situación, más dañina se vuelve para el liderazgo político y militar ruso, que no puede afirmar de manera convincente su dominio militar mientras las tropas ucranianas mantengan posiciones dentro de las fronteras rusas.

Para rectificar esto, las fuerzas rusas han lanzado repetidos asaltos a gran escala por todo el saliente de Kursk, intentando abrumar las posiciones ucranianas con el mero número de tropas. Sin embargo, la mayoría de estos ataques fracasan antes de lograr ganancias significativas. Incluso cuando las fuerzas rusas logran capturar terreno, a menudo es mínimo y con pesadas bajas.

Como parte de sus esfuerzos ofensivos renovados, las fuerzas rusas han comenzado feroces batallas para retomar áreas perdidas en los recientes contraataques de Ucrania cerca de Cherkasskaya Konopelka. Una de las pocas ventajas que Rusia tiene en este sector es que los ucranianos nunca pudieron consolidar completamente el control sobre los bosques que conducen a Ulanok. Las fuerzas rusas están utilizando esta gran zona gris para infiltrarse en los bosques y atacar las posiciones ucranianas en pequeños grupos, tratando de aprovechar cualquier brecha en la línea y desmoronar la defensa ucraniana poco a poco.

A pesar de estos intentos, el clima relativamente despejado ha permitido a Ucrania mantener una vigilancia constante con drones, haciendo que los movimientos rusos sean predecibles y fáciles de contrarrestar. En segundo lugar, el terreno congelado de invierno complica los esfuerzos rusos para cavar nuevas posiciones más cerca de las líneas ucranianas, reducir la gran zona gris y avanzar su área de control. Sin estas fortificaciones adecuadas, los grupos de asalto rusos permanecen altamente vulnerables a los ataques de drones y artillería ucranianos.

Los ucranianos capitalizaron estas debilidades, lanzando devastados ataques aéreos contra las tropas rusas que intentaban avanzar, con los drones ucranianos Vampire y Baba Yaga cazando constantemente fuerzas enemigas con diversas municiones lanzadas desde drones.

En una reciente operación de drones, se detectó a cuatro soldados rusos moviéndose hacia un refugio dentro de un edificio. Sin embargo, antes de que pudieran asegurar una posición segura, un hexacóptero Vampire atacó, dejando caer una mina antitanque TM-62 en su escondite.

La poderosa explosión destruyó el edificio y a todos los que estaban dentro, frustrando otro intento de asalto ruso antes de que pudiera comenzar.

En otra operación altamente exitosa, los drones de reconocimiento ucranianos geolocalizaron una base de operaciones avanzada rusa, rastreando los movimientos de tropas y vehículos mientras se preparaban para un asalto más coordinado. Utilizando esta inteligencia, Ucrania lanzó un ataque con misiles, apuntando directamente al puesto de mando con varias municiones en racimo. El ataque con misiles infligió pesadas pérdidas, desbaratando los planes de asalto rusos, desorganizando su coordinación y dejándolos solo con la opción de lanzar asaltos desorganizados en pequeños grupos de infantería.

Para compensar tales pérdidas, el Instituto para el Estudio de la Guerra informa que las fuerzas rusas han recurrido a una medida desesperada, trasladando soldados heridos en batallas en el este de Ucrania a Kursk bajo el pretexto de "tratamiento y rehabilitación".

Sin embargo, al llegar, estos soldados son en cambio armados y enviados a operaciones de combate activo en la línea del frente, reflejando la desesperación que sienten las fuerzas rusas para expulsar a los ucranianos de Kursk antes de que se pueda usar como palanca diplomática.

En general, a pesar de los constantes asaltos rusos y de intensos bombardeos de artillería, las fuerzas ucranianas todavía mantienen una cantidad significativa de terreno en Kursk.

Aunque los rusos han recuperado grandes partes, cuanto más profundo empujen las fuerzas rusas, más fuertes se vuelven las defensas ucranianas. Las posiciones actuales de Ucrania han soportado meses de ataques, y con la disminución de las capacidades de asalto rusas, las reservas menguantes y la estructura de mando constantemente interrumpida, está claro que su objetivo de retomar el saliente de Kursk se está alejando cada vez más.