En la dirección de Kursk, las fuerzas rusas, reforzadas por tropas norcoreanas, lanzaron un gran contraataque para recuperar Malaya Lokhnya. El asalto, que involucró 15 BTR y más de 150 soldados, fue frustrado por las defensas ucranianas, que utilizaron minas terrestres, drones y RPG para destruir toda la columna. Anticipándose a futuros ataques, las unidades de tanques ucranianas interrumpieron preventivamente las concentraciones de fuerzas rusas cerca de Novoivanivka. A pesar de los esfuerzos en escalada, incluyendo refuerzos norcoreanos, las fuerzas rusas sufrieron pérdidas catastróficas, destacando la ineficiencia de sus operaciones en la región.

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