Hoy, hay muchas actualizaciones interesantes desde la Federación Rusa. Aquí, volando profundamente detrás de las líneas enemigas, los drones ucranianos de largo alcance asestaron un golpe devastador a la única instalación de producción de Shahed de Rusia. Drones de largo alcance cargados con bombas de 250 kilogramos atravesaron la línea de ensamblaje final, desordenando todos los planes rusos de ataques aéreos.

El ataque ucraniano ocurrió en Yelabuga, ubicada a más de 1,200 kilómetros de la línea del frente. Los ucranianos utilizaron seis drones para el ataque a la principal instalación de ensamblaje de Shahed, de los cuales cinco drones ucranianos lograron llegar y golpear directamente su objetivo, a pesar de la presencia de defensas aéreas rusas. El ataque causó graves daños a la línea de ensamblaje final de la instalación de producción de drones, creando un cuello de botella y alterando todo el proceso de producción dentro de la fábrica.


Este ensamblaje es el segmento más tecnológicamente complejo, sin el cual no se puede completar el resto del proceso de producción de drones. Atacar esta instalación dificulta la capacidad de Rusia para producir nuevos Shaheds, lo que afecta gravemente su capacidad para continuar con sus ataques diarios de drones contra Ucrania.


Para el ataque, los ucranianos utilizaron pequeños aviones de entrenamiento ligeros A-22, reutilizados como drones para atacar infraestructuras militares y económicas rusas muy por detrás de la línea del frente. Estos drones tienen un alcance máximo de vuelo de más de 1,500 kilómetros, con GPS integrado y guía inercial para realizar ataques de precisión. Cada uno de estos drones tiene una carga útil integrada de 250 kilogramos, capaz de derribar el techo de la instalación, dañando ya la maquinaria de producción, y luego el siguiente drone golpeó el suelo de la fábrica, terminando el trabajo.


La destrucción de la línea de ensamblaje en la instalación de Alabuga tira una enorme llave inglesa en los planes rusos, ya que los rusos están ejerciendo un esfuerzo considerable para aumentar la producción y aumentar el número de ataques de drones Shahed. Desde el lanzamiento de esta fábrica, que producía 300 drones Shahed diarios antes de que los ucranianos la golpearan, Rusia ha aumentado constantemente el número de ataques de Shahed cada mes. Tras la finalización del complejo de producción de drones Alabuga, los rusos continuaron aumentando su producción, lanzando un número de ataques de drones Shahed masivamente incrementado en los últimos 6 meses. Este número podría haber ascendido a 9,000 para finales de abril, lo que llevó a los ucranianos a desarrollar urgentemente un plan para atacar la instalación de producción de Shahed de Rusia.

El ataque a la planta de Alabuga fue también impulsado por el reciente desarrollo ruso de un análogo al dron propulsado por jet Palianytsia de Ucrania. El Shahed mejorado, llamado Geranium-3, cuenta con un motor a chorro para aumentar la velocidad, pasando de 200 kilómetros por hora a 600.

Esta mejora hace que sea mucho más difícil para las unidades de defensa aérea móviles ucranianas interceptarlos, que dependen principalmente de ametralladoras montadas en camiones y autocañones para derribar los Shaheds.

Fuentes occidentales informan que la fábrica de Alabuga era un productor clave de estos nuevos drones Shahed rusos propulsados por jet. Con los nuevos drones siendo significativamente más difíciles de interceptar para las unidades convencionales de defensa aérea móvil ucraniana, Ucrania habría tenido que depender de sistemas de defensa de misiles más caros y muy limitados para proteger sus ciudades.


Destruir las capacidades de producción rusas antes de que estos drones pudieran ser producidos e implementados a una mayor escala fue una jugada estratégica para evitar que los rusos exploten puntos débiles en la defensa aérea ucraniana, mientras que la defensa aérea láser aún está en sus primeras etapas.

Esto también muestra que los ucranianos conocen las ubicaciones de estas fábricas críticas rusas, y pueden seguir atacándolas si tienen dificultades para interceptar los nuevos Shaheds. Aunque los ucranianos tienen muchos objetivos potenciales para atacar, deben elegir sabiamente debido al tiempo necesario para planificar y establecer condiciones para tales operaciones aéreas complejas, lo que hace imposible atacar todas las ubicaciones simultáneamente.

En general, los ucranianos llevaron a cabo un ataque de precisión a la mayor y más importante instalación de producción de drones rusa, a más de mil kilómetros de la línea del frente, causando enormes daños a sus capacidades de producción y reduciendo considerablemente la cantidad de drones disponibles para futuros ataques rusos. Los efectos del ataque ucraniano serán evidentes, con el aumento planeado de ataques de Shahed rusos no convirtiéndose en una realidad. Por último, el ataque demuestra la constante conciencia de Ucrania sobre las posibles amenazas rusas, tomando decisiones educadas sobre qué instalaciones atacar con la mayor urgencia para lograr el efecto más significativo.

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