Hoy llegan noticias importantes desde la dirección de Limán.
Aquí, los comandantes ucranianos han lanzado una contraofensiva preventiva para interrumpir los planes rusos de ampliar sus cabezas de puente. Con información reciente que indica que los rusos están reuniendo fuerzas significativas para un nuevo asalto, este podría ser otro momento decisivo para la defensa ucraniana.

El ejército ruso ha ampliado varias cabezas de puente a lo largo del río Zherebets y ahora planea usarlas como puntos de partida para una ofensiva más amplia hacia Borova y Limán en las próximas semanas. Su objetivo ahora es ensanchar los cruces y llevar refuerzos para lanzar un ataque mayor una vez que las condiciones lo permitan.

Con la temporada de barro primaveral acercándose rápidamente, queda poco tiempo para que Rusia consolide su presencia. A esto se suma que solo existe una carretera asfaltada que conecta Svatove, el principal centro logístico ruso, con Borova. Si los rusos no logran asegurar esta ruta y ampliar su cabeza de puente, cualquier ofensiva seria corre el riesgo de colapsar por la presión logística, especialmente una vez que el terreno se vuelva intransitable para los vehículos blindados.

Al reconocer esto, las fuerzas ucranianas han tomado la iniciativa. El Tercer Cuerpo de Ejército Ucraniano, en particular la 3.ª Brigada de Asalto, no está esperando a que la ofensiva rusa gane impulso y se materialice. En cambio, actuaron para negar a los rusos la oportunidad de transformar su frágil posición en una base viable para un ataque, destruyendo la cabeza de puente antes de cualquier asalto potencial. Como se recordará, las fuerzas ucranianas ya han eliminado una parte significativa de la artillería rusa en la zona, debilitando considerablemente las capacidades de apoyo de fuego rusas, cruciales para su ofensiva. Ahora, están avanzando con un contraataque decidido.

Las tropas ucranianas han comenzado a recuperar posiciones en el área de responsabilidad de la 3.ª Brigada de Asalto como parte de un esfuerzo deliberado para expulsar a los rusos. La cabeza de puente que los rusos mantienen aquí es la más estrecha a lo largo del río Zherebets, y eso la convierte en la más frágil. Al atacarla primero, Ucrania puede interrumpir rápidamente la planificación rusa y hacer retroceder la línea antes de que el enemigo tenga la oportunidad de explotar su posición. Una vez despejada la zona, las fuerzas ucranianas de este sector podrán ser redistribuidas para reforzar las defensas en otras partes del área de responsabilidad del Tercer Cuerpo, complicando aún más las ambiciones ofensivas rusas.

A medida que los ucranianos avanzan hacia Raihorodka, están recuperando control de fuego sobre la única carretera asfaltada de la zona, la misma que los rusos necesitan para mover equipo pesado desde Svatove hacia su ofensiva en Borova. Con el terreno cerca del río convirtiéndose en barro mucho antes que en las elevaciones más altas donde están atrincheradas las fuerzas ucranianas, la carretera se vuelve aún más crítica para la logística rusa. Si Ucrania mantiene la presión y el control en esta área, Rusia no podrá mover vehículos blindados hacia el oeste, y la carretera se convertirá en una desventaja, constantemente atacada, bajo fuego y de poco uso para un esfuerzo ruso estancado en medio del empeoramiento de las condiciones del terreno.

La guerra de drones se ha convertido en una característica definitoria de este conflicto, y Ucrania ha demostrado ser muy eficaz usándolos tanto ofensiva como defensivamente. Los ucranianos aprendieron que, cuando los operadores de drones se ven obligados a dividir su atención entre el combate en el frente y los ataques en la retaguardia, su impacto se debilita. Al enfocar ahora sus operaciones de drones en el frente, los ucranianos podrán hacer retroceder a los rusos más allá del río y estabilizar el frente.


Esto permitirá que los ucranianos se concentren plenamente en atacar la logística enemiga, tal como lo han hecho en Pokrovsk, donde la atrición enfocada con drones está desmantelando progresivamente la ofensiva rusa.

Esta contraofensiva, por lo tanto, es más que una respuesta defensiva. Es un golpe preventivo para derrumbar los cimientos de una ofensiva rusa planificada antes de que comience, y el tiempo lo es todo. Se informa que las fuerzas rusas reunieron hasta treinta mil soldados para un nuevo asalto en la dirección Borova-Limán. Si Ucrania logra desbaratar esa acumulación ahora, habrá arruinado los planes rusos de avanzar hacia el río Oskil con una sola campaña decisiva.

En general, la contraofensiva de Ucrania a lo largo del río Zherebets es una maniobra calculada para sabotear los cimientos de la próxima ofensiva rusa antes de que despegue. Convertir el terreno, el tiempo y la potencia de fuego en ventajas ucranianas podría obligar al mando ruso a cambiar sus planes para la campaña de primavera en esta dirección.

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