Cómo Los Estados Del Golfo Pusieron Fin Al Control De Irán Sobre Siria

El colapso repentino del régimen del presidente Bashar al-Assad y la posterior pérdida de la influencia de Irán sobre Siria han desencadenado una nueva ola de inestabilidad en el Medio Oriente. En respuesta, los Estados del Golfo se han encontrado en el centro de una competencia geopolítica de alto riesgo, luchando por llenar el vacío de poder dejado por la caída de Assad. Con Siria fragmentada en facciones rivales y potencias como Turquía e Irán compitiendo por el control, las naciones del Golfo han tomado acciones rápidas y calculadas para redefinir el equilibrio de poder en la región. Su objetivo principal es claro: desmantelar el punto de apoyo estratégico de Irán en Siria y frenar la capacidad de Teherán para proyectar poder en toda la región. Sin embargo, el camino hacia la consecución de este objetivo ha resultado ser todo menos directo, con alianzas cambiantes, divisiones internas y presiones externas complicando los esfuerzos de los Estados del Golfo para afirmar su influencia y estabilizar la región.